El Milagro de la Vida

El pasado lunes, 25 de Marzo, vino al mundo el niño más bonito que jamás había visto, David. No es mi sobrino directo, pero para mí, como si lo fuera.

También un día como tal de hace dos años, alguien que quiso ser un ángel lo consiguió y nos dejó de forma silenciosa, discreta, sin armar ruido, cerró los ojitos y le nacieron dos alas y desde allá donde esté me vigila, junto con otro gran ángel que se fue unos años antes, casi ya ocho.

Una vez oí, que para que alguien venga al mundo, otro tiene que dejarlo, el caso es que, sea verdad, sea mentira, yo sabía que ese n´ño iba a nacer en el momento apropiada, en ese mismo día... y dicho y hecho, así fue como vino al mundo David.

Qué cosa tan mágica es la creación de la vida, desde que estamos ahí metiditos dentro de nuestra propia madre la cual, nos protege de todo, nos mima y nos cuida de que nada nos pase...hasta el momento del alumbramiento, qué cosa tan maravillosa.

Nos llevan 9 meses, siempre atendiéndonos, que nada nos moleste del exterior, las madres se acarician su vientre con dulzura, son nuestras primeras caricias, nos ponen música para que nos relajemos, nos dan algún que otro capricho porque se nos antoja comer de esto o de aquello, recibimos besos de papá y si los hay, de nuestros hermanitos o hermanitas mayores...

Nos vamos moviendo, dando pataditas de vez en cuando para colocarnos e ir estando preparados para lo que viene al final de nuestra estancia aquí, ver la luz...

Llegado el momento, le damos la bienvenida a nuestra nueva vida, la que, cada paso que andemos, nos enseñará algo nuevo, de la que aprenderemos de nuestros errores para intentar no volver a cometerlos, hasta que no volvamos a ser polvo de estrellas, estaremos aprendiendo siempre.

Pero mientras crecemos y aprendemos, que no se nos borre de nuestras caras la sonrisa del bebé que todos y todas hemos sido ni sus risas y ganas de descubrir el mundo.

¡¡¡¡¡¡BIENVENIDO
AL MUNDO DAVID!!!!!!