domingo, 8 de marzo de 2009

FELIZ EN NUESTRO DÍA



Hoy es un domingo especial, es un día que, como siempre digo deberían de celebrarse siempre, hoy es el día de la mujer trabajadora, nuestro día.


He conocido a unas cuantas mujeres muy muy trabajadoras, de la que más me acuerdo en este día es de la mujer que me dio la vida, que me educó, la que cuando hacía las cosas mal me enseñaba a hacerlas bien, la mujer que trabajaba dentro y fuera de casa y a pesar de todo jamás se le borró lasonrisa, la que me aconsejaba y que ahora más echo de menos porque en estos momentos soy todo un interrogante con patas.


Creo que todavía no he vivido lo suficiente para profundizar sobre este tema, pero lo que tengo claro es de esa frase que escuché alguna vez y decía que detrás de un hombre hay una excelente mujer, totalmente cierto.


Aquí os dejo este texto, dedicado a todas vosotras (espero que llegue también alcielo... desdeaquí un beso)


Cuando Dios creo a la MUJER

Cuando Dios nuestro Señor creó a la MUJER, ya estaba en su sexto día (tiempo extra). Un ángel apareció y dijo, "Señor, ¿qué estás haciendo con tanto entusiasmo?" El Señor le contestó, "¿Has leído las especificaciones de esta orden? La MUJER Tiene que ser completamente lavable y no de plástico, tener 180 partes movibles y reemplazables; debe de poder trabajar con solo café negro y poder vivir de sobras, tener un asiento en las piernas que al pararse desaparezca; debe dar besos que curan desde una pierna rota hasta un corazón desilusionado, y tener seis pares de manos."


El ángel le dijo, "¡Seis pares de manos! ¡Imposible!" "Pero no son las manos que me preocupan," le dijo el Señor, "sino los tres pares de ojos que este modelo debe llevar–un par que mira a través de puertas cerradas, un par en la parte de atrás de la cabeza que adivina cualquier peligro, y por supuesto un par en la frente que ve cuando el hijo comete un error y le dice sin hablar: ‘Yo te entiendo y comprendo, hijo mío.’"


El ángel, tocándole la manga a su Señor, le dijo, "Señor, vamos a dormir, puedes seguir mañana." "No, no puedo," dijo el Señor, "porque estoy a punto de crear a alguien tan cerca de mi que debo terminar ahora. Debe ser alguien que cure solo, alguien que resuelve todo, que pueda alimentar a una familia de seis con unos cuantos colones; que logre meter a un niño de cuatro años bajo la ducha y contarle un cuento capaz de tranquilizarlo."


El ángel rodeó el modelo reservado a la mamá y dijo, "Es muy suave y se ve fuerte." El Señor contestó, "No puedes imaginar lo que esta MUJER puede hacer y tolerar." "¿Puede pensar?" preguntó el ángel. "No solo puede pensar, sino también razonar y refleccionar," dijo el Creador.


"Y esa lágrima en sus ojos, ¿para qué es?" preguntó el ángel. "Es," dijo el Señor, "de gozo, de trizteza, de decepción, dolor, soledad, orgullo, y alegría."


"Señor," dijo el ángel, "¡eres un genio!" Y el Señor, mirando tristemente a su modelo dijo, "Lo malo es que nunca tendrá descanso y jamás obtendrá ni la mitad del amor que ha derrochado… y por eso, ¡le doy mi bendición muy especial!"


¡Esta es mi creación perfecta!