viernes, 22 de mayo de 2009

CINCO MINUTOS DE ORO


Hace poco, no recuerdo dónde ni aquién le oi que todo ser humano merece disfrutar de cinco minutos de oro, cinco minutos de gloria en su vida y me dejó pensando... ¿los habré tenido ya? si es así cuándo, dónde y cómo fueron porque no los recuerdo, o tal vez aún no me han llegado y estoy yo aquí quebrándome mi cabezota con otro lio más, como si no fueran suficientes las cosas que tengo en que pensar, le añado comeduras de coco varias.

Cinco minutos pueden ser todo un mundo, si ya con un segundo nos puede cambair totalmente la vida, con 300 tiene que ser inimaginable. Es curioso, por lo menos a mí me pasa, que no te das cuenta realmente de cómo de rápido pasa el tiempo hasta que no te detienes en seco y te paras a anlizarlo.

Sinceramente pienso que mis cinco minutos de oro aún no han llegado, no he hecho nada que valga "la pena" recordar como grandioso o increíble. Quizá porque esto de "los cinco minutos de oro" no lo había escuchado nunca y no le había prestado mayor atención, pero lo cierto es que últimamente estoy como los niños pequeños en su época del ¿y por qué?, ¿por qué cinco y no diez? por ejemplo, ¿qué tiene el número 5? entonces entraríamos de nuevo en otro debate y no es la cuestión.


Cinco minutos de oro... quién lo haya experimentado podría contarme qué se siente... mientras tanto seguiré esperando a que me lleguen si es que lo hacen porque la suerte y yo bailamos ritmos diferentes.