sábado, 16 de mayo de 2009

AQUÍ ME TIENES



Aquí estoy, para lo que sea, para abrazarte, para hacerte feliz, para sacar una sonrisa de tu cara, para calmar tu dolor, para despejarte tus ideas, para quitarte las penas, para que vuelvas a reir, para que vuelvas a darme señales tuyas, para protegerte, para hacerte ver el positivismo que me has inculcado, para decirte que eres una persona maravillosa, para que llores de felicidad, de alegría, para que tus problemas sean la mitad al compartirlos conmigo, para lo que sea, menos para hacerte daño y sufrir...


Siempre siento impotencia cuando la gente, mi gente, lo anda pasando mal, es algo que me puede, siempre he dicho y siempre me lo echan en cara de que me preocupo más por lo otros que por mí, pero es que lo que nadie sabe es que, sabiendo que la gente que me rodea está bien, yo también lo estoy.


... Y ahora estoy en uno de esos momentos en los que sé que alguien me necesita, que tú me necesitas o si no, al menos los susurros del aire de la mañana me lo dicen. Pero no sé cómo hacerlo, quisiera dejarlo todo y salir en tu busca, en tu ayuda pero hay algo que me detiene, que no me deja hacerlo, que me ata con una fuerte cuerda de los tobillos para que no salga disparada. Esperar es lo único que me queda, pero esto me impacienta a un más, me da miedo el no saber que está pasando o qué pasará.


Quizás sea necesario que sólo la soledad y tú os deis fuerzas, os hagais compañia mutua pero... hasta cuando? La soledad puede ser una buena amiga, dímelo a mí, ya hasta somos íntimas, pero de vez en cuando es bueno cambiar de amistades y dejar que ella, la soledad, baile sola por un tiempo.


Termino como empecé: aquí me tienes, aquí me tendrás, te mando un soplo de esa vitalidad que hace no mucho me mandastes para que te haga alegrar. Y si necesitas llorar aquí están mis dos hombros...


Quiero verte sonreir!!!
P.D. Te dejo este regalito: