domingo, 27 de septiembre de 2009

LÁGRIMAS QUE ESCUECEN

Alguna vez habéis sentido arder los ojos? como si os echaran alcohol en ellos, como si una cerilla prendida manase del lagrimal.


Así están mis ojos en los últimos días, rojos, ardientes, quienes me preguntan les digo que es alergia pero sólo dos personas que me han visto y que saben la verdad, saben que, en este momento, por alergia no están así, saben que estoy llorando mucho, mucho se queda corto, pero no dicen nada, sólo se limitan a decirme que me los lave con agua con sal, con manzanilla, que me de alguna crema hidratante porque tengo las cuencas al rojo vivo.


En casa, nadie lo sabe, no quiero que sepan lo que realmente me pasa, no me entenderían, me dirían que estoy tonta, loca, que con dos guantazos se me quitaría "la tontería". Si con eso se quitase para siempre, bienvenidos serían, pero el problema es que las lágrimas vuelven.


Noche tras noche, mi almohada grita que ya no puede más, que se ahoga y yo con ella, con estas lágrimas que se cortan pero que, al volver a pensar en tí, vuelven a manar libres.